Introducción
Lograr escoger un solo movimiento dentro de tantas vanguardias,
para muchos puede convertirse en un gran desafío, sin embargo sólo uno logra
sobresalir, por la maravillosa forma de transformar
la realidad, sólo con la imaginación de una persona o por la manera en cómo con
un poco de creatividad, es posible mostrar lo que el subconsciente quiere
expresar.
Hablamos del surrealismo, aquel movimiento vanguardista que surge
en Francia, Producto de desencantamiento del progreso, basado en un desarrollo
incontrolado de la técnica; la incredulidad de los principios éticos y morales,
que no eran cuestionados en ese momento; la inseguridad y desconfianza de la
razón que marcaba el optimismo de las sociedades de Occidente
Así, se buscaban nuevas fuentes de
inspiración observando el pasado de las personas, los sueños, los sentimientos,
entre otros. Fue fundado por el poeta critico francés André Breton en el año
1924 quien se convirtió en el líder del movimiento.
El surrealismo enfatizaba
el papel del inconsciente en la actividad creadora, pero lo utilizaba de una
manera mucha más ordenada y seria.
Luego de analizar en
breve este movimiento vanguardista, surgen preguntas como ¿cómo relacionar la
fotografía con el surrealismo? ¿Es la fotografía la mejor forma de expresión de
éste? He aquí el tema central de este ensayo.
El
surrealismo y el modelo fotográfico.
Lo que el surrealismo capturó del modelo fotográfico fue fundamentalmente
su modo de operar y proceder en imágenes mediante la manipulación inconsciente
de la realidad, para ello se valió de dos procedimientos: las fotografías
manipuladas, o surrealismo técnico, y las que no fueron manipuladas, o
surrealismo “encontrado”(1)
Respecto a las fotografías manipuladas, estas fueron bastantes las técnicas
inventadas para transmitir conceptos surrealistas como el automatismo y la
libre asociación de ideas.
Para comprender como la fotografía puede convertir estas ideas
surrealistas, hay que recordar que la manipulación de la imagen es plenamente
aceptable en cuanto a que rompe las reglas de la realidad y libera la invención
y la creatividad. Se producen extrañas formas que bordean lo onírico y que
ayudan al inconsciente a nacer por medio de los sentidos.
Sin embargo fue grande el número de los fotógrafos surrealistas que no
presentaron una realidad distorsionada a través de la cámara, sino que
asumieron en sus imágenes el carácter documental que éstas poseen gracias a su
inevitable condición de registros mecánicos, y que no hacen más que transmitir
los llamados “objetos encontrados”.
Brassaï, por ejemplo, utilizó imágenes sin retocar, en las que pretendía
encontrar, sin ninguna intervención, las figuras ocultas que yacen en cada
imagen mental. La fotografía se convierte así, en la materia prima, en el punto
de partida de las mutaciones de los objetos.
Aunque pocos fotógrafos contemporáneos reconocen la influencia del
surrealismo, muchos exhiben una asimilación inconsciente a las ideas
surrealistas. Por ejemplo Rick Schaeffer utiliza el mundo brillante de Las
Vegas para exponer las incongruencias del mundo “real”.
Es imposible no hacer alusión al teórico principal del grupo, a su máximo exponente
y creador, André Bretón, y sus opiniones respecto al medio. En el primer
“Manifiesto del surrealismo” de 1924, el poeta resaltó su preferencia de lo
verbal frente a las imágenes visuales. Él negaba la representación realista en
cualquier medio, incluso en el escrito. Para ello prescribe el automatismo como
un antídoto, en particular las imágenes cuyas yuxtaposiciones y combinaciones
de elementos familiares que nos llevan más allá de la realidad sin referencias
externas, estas son las llamadas las metáforas surrealistas(2).
Poco a poco Bretón irá mostrando más interés por el medio fotográfico,
llegando a afirmar en esta misma obra que la fotografía es capaz de
“comprometer” a la realidad. Está claro que Breton pretendía utilizar las
fotografías para su libro, no como un catálogo de ilustraciones que evocaran al
subconsciente, sino más bien como un conjunto de imágenes que ahorrara lo
descriptivo en la literatura(3).
Conclusión
Los caracteres surrealistas han estado siempre presentes en la fotografía
desde su nacimiento. El mérito de los componentes del grupo de Breton está
precisamente en el hecho de haber aislado dichos elementos surrealistas y haber
compuesto a partir de ellos su propia producción adaptada a la ideología del
grupo.
Si bien, el postulado más eficaz del movimiento surrealista, se centra en
manifestar el inconsciente mediante el acto creativo, tal y como ocurre con la
fotografía, podemos decir, sin embargo que este hecho es generalizable con todo
el inventario fotográfico desde su aparición, puesto que ninguna fotografía
pierde nunca su aspecto mecánico y automático. Es por eso que podemos resaltar
el carácter potenciador de la fotografía con respecto a los procesos de
escritura automática(4).
Podemos apreciar que la fotografía sigue siendo considerada como un calco
de la realidad, de manera que parece difícil insertar al medio fotográfico en
el terreno de lo subversivo. No en vano muchas de las fotografías realizadas
por los surrealistas no pretendían más que dar fe de hechos acaecidos en el
seno del movimiento, o una aportación ilustrativa a conceptos y escritos
desarrollados en los principales medios de difusión.
Entramos aquí en el papel más eficiente de la fotografía en el ámbito del
surrealismo, puesto que fue ella la que ayudó a definir completamente el curso
del carácter artístico que habría de asumir la modernidad, sirvió como
revulsivo para renovar el concepto clásico de arte y autoría(5).
Así que, el surrealismo, a pesar de no haber podido ajustar la fotografía a
su discurso estético, neta y exclusivamente surrealista, sí que consiguió que
esta obtuviera una visión renovada que no hubiéramos podido apreciar por medio
de la contemplación directa de los objetos cotidianos.
Teniendo en cuenta que se ha considerado al surrealismo como un movimiento
más preocupado por la forma y el objeto que por el propio concepto, no es de
extrañar el papel que adquirió la fotografía dentro del movimiento.
Notas
1. Tal como lo denomina Nancy Hall-Duncan en Photografic
Surrealism. Cleveland. 1979 Pág. 8.
2. WAREHIME, M. Op. Cit. Pág. 79
3. DIEGO, Estrella de. Op. Cit. Pág. 15
4. De hecho, una de las fotografías más emblemáticas de
Breton la tituló La escritura automática. Aunque se trata de un fotomontaje,
nos muestra las ideas de Breton, que se valió de la propia condición automática
de la fotografía para definir sus conceptos acerca el automatismo psíquico.
5. Según Estrella de Diego en Los cuerpos perdidos
Op. Cit. Pág. 17. Los surrealistas lograron borrar las huellas del creador de
la fotografía puesto que la cámara era, en muchas ocasiones, como un juguete
que se pasaban unos a otros, elaborando así en el carrete fotográfico una
suerte de “Cadáver exquisito” donde se yuxtaponían las diferentes obras fotográficas.
Bibliografía
· AA.VV. "Dadá -surrealismo: precursores,
marginales y heterodoxos". Cádiz, 1985
· BERNARDEZ, C. "Las primeras
vanguardias" Colección Las claves del arte. Vol. 17. Barcelona, 1993.
· FORTINI, F. "El movimiento surrealista"
México, 1962.
· GALLEGO DE LA CRUZ, J.C. "El surrealismo a
través del reflejo" Granada, 1979.
· GERNSHEIM, H. "Historia gráfica de la
fotografía". Barcelona, 1967.
· LEMAGNY, J.C. & ROVILLE, A. "Historia de
la fotografía". Barcelona, 1988.